
Hija de Anayet y Arafita que pasaba largos ratos jugando con unos insectos milenarios, las Hormigas Blancas. El gigante Balaitús se enamoró de ella y quiso secuestrarla, pero las Hormigas Blancas descubrieron sus intenciones y cubrieron su cuerpo ocultándola con un manto blanco. A partir de ese momento la cima de Formigal (de la palabra formiga, hormiga en aragonés) quedo cubierta de nieve.
Ilustración:: Ismael Blasco
Texto: GUTIERREZ LERA. Chema. Breve inventario de seres mitológicos, fantásticos y misteriosos de Aragón.
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